jueves, 21 de agosto de 2008

REPULSION (1965)

Un ojo activo, espantado, díscolo aparece en toda la pantalla acompañando los créditos iniciales. Dos nombres célebres, una Catherine Deneuve jovencísima y un Roman Polanski dirigiéndola.
Así va una sucesión de escenas en blanco y negro que al principio develan a un director mas bien lejano, como un testigo indirecto de lo que está ocurriendo hasta que de la mitad hacia adelante Polanski se convierte en el protagonista de las pesadillas de una Deneuve fantástica y absolutamente fuera de control.
En los momentos cumbres se demuestra un dominio de la cámara, las tomas y la música brutal, donde no hace falta más presupuesto que la genialidad de los realizadores.
Me parece increíble cuando los directores logran hacer que mediante símbolos puedas entender la sucesión de eventos intangibles, como acá, donde un conejo desollado nos demuestra el deterioro mental de Carol (Deneuve).
Aquí unas escenitas.

No hay comentarios: