Fuente: Tania Cerrón
Fig 1. Homenaje a los bambúes caídos. Una especie de "Ojo que llora" porque los vecinos tampocos fueron escuchados.
Mi familia nació en la residencial San Felipe. Fue el primer hogar de la familia Reátegui-Echeverri con un Gonzalito de apenas meses de nacido.
Se mudaron después del terremoto de 1970.
Así es como mucha gente de clase media que vive o ha vivido o que tiene conexiones en esta ciudad tiene algún contacto con la residencial "San Felipe". Me atrevería a llamarla un monumento a la clase media y constituye el proyecto modular de viviendas más importante y de mejor gusto que existe sobre la superficie limeña.
Diseñado por el arquitecto Enrique Ciriani en la década de 1960´s y en palabras de Rafo León es un "espacio, sobrio, carente de ornamentación inútil y correspondiente a un estilo arquitectónico coherente". Mi mamá me cuenta que cada departamento cuenta con un amplio espacio, es decir, es coherente con la definición de "multifamiliar", no como los diseños que se aplican ahora, al mismo estilo de una jaula de pollos.
Pobre Residencial. Siguiendo la tradición de gobiernos ediles poco afortunados, tenemos en Jesús María a uno que es desgraciado.
Enrique Ocrospoma, alcalde de este distrito, empezó su lista de actividades desafortunadas con el intento de concesión de un área destinada a la zona de deportes del complejo residencial para la construcción de un supermercado (según me cuentan las fuentes, en complicidad con una de las fuerzas armadas), ahora, le sigue el intento de eliminación de los bambúes de los jardines de la residencial.
En una inspección del lugar del crimen, vi como 5 matas o grupo de bambúes en una esquina de uno de los jardines que conforman las áreas verdes del conjunto habían sido furiosamente taladas bajo la excusa de que "las matas se convirtieron en un nido de ratas". Según los jardineros que ejecutaron la orden no se encontró un solo roedor, más bien un par de gatos, que, seguramente, engulleron a las ratas que salieron de los COLECTORES DE BASURA que el alcalde Ocrospoma había mandado colocar indebidamente.
Fuente: Tania Cerrón
Fig2. Mata eliminada por la municipalidad. Se puede ver aquí la falta de criterio técnico para el corte. Este se debe realizar al ras del nudo para evitar la pudrición.

Fuente: Tania Cerrón
Fig 3. Mata eliminada 2.
Un grupo de vecinos levantaron su voz para evitar la depredación de este recurso, cuando llegué todos se atolondraban intentando desahogar su indignación al ser ignorados, al no recibir una sola notificación o informe técnico explicando por qué sucedió esto, al decirme que los bambúes eran una barrera cortaviento, que nacieron con la residencial, al contarme que ni siquiera les permitieron utilizar los bambúes talados porque inmediatamente los montaron en una camioneta y se los llevaron con rumbo desconocido.
Fuente: Tania Cerrón
Fig 3. Grupo de vecinos organizándose para la audiencia del miércoles con el tal Ocrospoma
Cabe destacar que el valor de cada pieza (una pieza es un tallo de 6 metros, de un individuo generalmente se pueden obtener hasta dos piezas) en los mercados de Puente Piedra o Mala es de 20 soles en promedio y se talaron 5 matas de las cuales mínimo se obtuvieron 30 bambúes, así que saquen su cuenta.
Fuente: Tania Cerrón
Fig.4. Vista del desastre
Ahora vienen las conjeturas...en el caso que lo de las ratas sea cierto: ¿no les parece extraño que hayan procedido inmediatamente con la eliminación siendo su medida tradicional la aplicación de raticidas?
¿Será que el alcalde Ocrospoma se quedó sin grati para su encargado de áreas verdes?, ¿más pavo y panetón para navidad?.
En todo caso si quieren eliminar el verdadero nido de ratas que eliminen la municipalidad de Jesús María y eso va a ser más complicado de solo aplicar RAKUMIN.
Pero sería injusto culpar la ineptitud y estulticia de Ocrospoma en su manejo de áreas verdes, lo cierto es que, salvo contadas excepciones, en general el manejo de áreas verdes de esta ciudad carecen de creatividad, lógica y técnica ¿de dónde nace el desprecio de los ediles por los jardines? o será, como alguna vez leí (no recuerdo el autor) que es solo que la gente le tiene miedo a lo desconocido y si le tiene miedo es mejor eliminarlo? o no, lo que pasa es que las áreas verdes son un costo adicional que los gobiernos municipales no están dispuestos a hacer porque es mejor meterse esa plata al bolsillo o concesionar áreas a los familiares para que construyan más mamarrachos y todos contentos en navidad?.