miércoles, 24 de junio de 2009

Consejos para gobernar una insula y, según la reátegui, para gobernar nuestra vida


Extraido del capitulo 42 de la segunda parte de "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha".
Algunos antecedentes: A Sancho le fue prometida una insula por el duque de Villahermosa, por supuesto, como parte de seguirle la fantasia a nuestros héroes para lo que Don Quijote le da ciertos consejos de gobernabilidad que bien se podrían aplicar a nuestras circunstancias y a nuestra vida, y con esto, va:

"Primeramente ¡oh hijo! has de temer a Dios; porque en el temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada."
"Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a tí mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte como la rana que quiso igualarse con el buey; que si esto haces, vendrá a ser feos pies de la rueda de tu locura la consideración de haber guardado puercos en tu tierra."

"Mira Sancho: si tomas por medio a la virtud y te aprecias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que los tienen príncipes y señores; porque la sangre se hereda, y la virtud se adquiere, y la virtud vale por sí sola que la sangre no vale."

(Esta va para Toledo) "Si trujeres a tu mujer contigo (...) enséñala, doctrínala, y desbástala de su natural rudeza; porque todo lo que suele adquirir un gobernador discreto suele perder y derramar una mujer rústica y tonta."

"Nunca te guíes de la ley del encaje***, que suele tener mucha cabida con los ignorantes que presumen de agudos."

"Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia, que las informaciones del rico".

(Esta va para Fujimori) "Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico como por entre los sollozos e importunidades del pobre."

"Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva sino con el de la misericordia."

"Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún tu enemigo, aparta las mientes de tu injuria, y ponlas en la verdad del caso."

"No te ciegue la pasión propia en la causa ajena; que los yerros que en ella hicieres, las más veces serán sin remedio; y si le tuvieren, será a costa de tu crédito, y aún de tu hacienda."

"Al que has de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones."

"Al culpable que cayere debajo de tu jurisdicción considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstratele piadoso y clemente; porque aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia."

Y por último, uno bien importante: "Si alguna mujer hermosa viniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera de espacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu corazón en su llanto y tu bondad en sus suspiros."

****ley del encaje: resolución que el juez toma por lo que a él se le ha encajado metido en la cabeza, sin tener en cuenta a lo que las leyes disponen.

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