viernes, 18 de diciembre de 2009

Crónicas codeñas 1


Fuente: Internet
Fig1. Mapa señalizando el emplazamiento del distrito del Codo del Pozuzo.

Hoy es domingo. Ya saben que en provincia el domingo es sagrado. Es mejor que un sábado para los locales. Es el día en que Dios descansa.
Bueno aquí no es la excepción. Los hombres hacen lo que más les gusta: beber.
Digo hombres porque este es un pueblo lleno de ellos. Ellos dominan los domingos, bueno, en verdad dominan todos los días pero el domingo están por todas partes. Las mujeres, si se ven, están cocinando o vendiendo. Trabajando mejor dicho.


Fuente: YOP
FIG2. Puente de acceso al Codo del Pozuzo. Solo soporta dos toneladas....y eso.

Esto me trae a la mente algo que pensé el otro día: En la historia de la filosofía y diferentes artes no hay abundancia de mujeres. Después de cavilar me di cuenta que mientras estos pendejos se ponían creativos y pensaban bonito y se dedicaban a pensar y ser listos, ¡las mujeres tenían que trabajar, buscársela, cuidar a los niños, coser botones y cocinar strudel para Nietzsche!.
Puede ser que tengamos un rol genético bien definido. Siempre tendremos un pensamiento más práctico por cuestiones reproductivas y no nos andamos pajareando tanto. De hecho que la filosofía fue inventada por hombres. La mayoría de mujeres no van a perder su tiempo pensando para qué vinimos.
Generalizo, no todas las mujeres tienen esta mente práctica. Yo la tengo hace poquito. No sé en qué momento me transformé en una mujer.


Fuente: Internet
Fig3. Vista de lo que sería el Codo. No necesitan mas resolución porque no hay nada que ver.

Regresando al Codo: cuando llegué no había luz en el pueblo. El único aparato eléctrico funcionando era un equipo de sonido con turbo estéreo potentísimo. La música llegaba a mi hotel. Por supuesto la música era cumbia: "que solo a mi me has queridooooooooo", berreaba el cantante. Aunque al final sorprendieron con unas cumbias de oro sabrosas.
El evento fue un partido de fuchibol local. No sé quién ganó.



Mi mamá me mandó dos piernas de pavo ahumadas. Estas me salvaron. Devoré pavo durante dos días. Y hoy me salvó de la inanición. Ave Pavo.


Me quedé sin efectivo. Aquí no hay bancos, es horrible tener plata y no poder contar con ella. Pero ya hallé la solución. He decidido dejar de insultarme y autoflagelarme cuando me pasan estas cosas. En lugar de eso intento encontrar la solución. Y funciona.

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