martes, 22 de diciembre de 2009
Crónicas Codeñas 4
Miércoles.
Me desperté temprano porque como todos los días en el campo, el día empieza con el segundo cantar del gallo (el primero sucede a las 4 y media), justo después del asomo tímido del sol y acaba después de la cena cuando las estrellas están más brillantes.
Fui a ver mi vivero en la otra chacra a media hora caminando a paso de chaski desde ésta.
Para llegar a "Wallis" (así se llama la otra chacra)se tienen que sortear algunas dificultades: como el hecho de tener que cruzar una profunda quebrada, la "Carachama", llamada así por la presencia de Ptergoplychthys punctatus, estos peces prehistóricos que viven en los recovecos de las rocas que forman el lecho y cauce de las quebradas.
Las quebradas son alimentadas por la lluvia colectada en su recorrido, lluvia que podría provenir de las partes altas o simplemente de algún desnivel del monte, haciendo que una muy profunda se pueda colmar de agua en cuestión de horas. Ante lo que, en caso de lluvias, "Carachama" se torna infranqueable presentando una corriente furiosa que es capaz de hacerte perder el equilibrio aunque el agua solo te llegue hasta la cintura.
Fuente: Internet
Fig 1. Una carachama.
Luego de sortear Carachama, debes transitar por el bosque, el monte real que es increíble.
Hoy, mientras caminaba por éste escuché la música que traje. Sonaba un disco de "Pescado Rabioso", uno de los grupos que tuvo Spinetta en los ´70 y, bueno, el volumen estaba lo suficientemente bajo para que se mezclara con los sonidos del medio. La onomatopeya de los grillos se mezclaba perfectamente con las canciones del flaco, especialmente con una que se llama "Mi espíritu se fue". El aparente caos de los sonidos del bosque formaba una sinfonía perfecta con la canción. También iba bien con el paisaje, una escena con banda sonora, entre aguajales, purma y camino formaba una estampa mística y entrañable.
Es la metafísica de la música, cosas que no se pueden explicar con la razón ni con la ciencia como ya afirmara el gran Denegri.
De regreso nos agarró un aguacero alucinante, de esos que te empapan los primeros 5 segundos, felizmente Jonás consiguió algunas hojas de palmera a la que llaman "cuerno de ciervo", pero aún no logro identificarla. Estas hojas lustrosas, acanaladas y largas fueron una excelente protección para mi mochila pues para mí no hubo salvación, las tormentas son suficientemente democráticas para mojar a cualquiera que no use poncho. Sí, exacto, como sucede con los embarazos.
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8 comentarios:
como siempre muy original ni NATA!!
ya que no puedo salir de mi selva urbana (nada mistica por cierto) me relaja y desetreza leer tus experincias (con esa "envidia sana"). Grtacias!!!Espero mas!!
Estoy siguiendo diariamente tus crónicas codeñas.
Me gusta ese tono lírico, de sutil mordacidad y melancólía, con imágenes -algunas que insinúan- y música.
No hagas caso a esos comentarios seudo críticos. Tu estilo ya lo estás moldeando, tu personalidad aparece siempre.
Eres auténtica, original, modelo no seriado NR2010 con instrumentos de última generación, construido especialmente para nuestro territorio diverso y complejo. Enrevesada como liana de bosque primario, creo que así eres tú.
Nats, lo maximo! me identifico contigo y te felicito por tu iniciativa. Escribes muy bien. Sigue asi!! besos mil.
pucha, gracias, me sorprendi al ver de una 6 comentarios. Tendre que subir mas videos de spinetta
Nats, escribes muy bien. Me gustó leerte después de tanto tiempo. Me he prometido que el 2010 me traerá nueva y fresca inspiración para mi calavera. Besos. Pierina.
No te pongas nerviosa, los comentarios no son por Spinetta, son por ti. Por lo menos el mío.
Wow... inspiradora Nat.
Puedo imaginar las bellas sensaciones y el deleite singular con el canto de cada pisada en tu travesía. Felicitaciones por eso y Felices Fiestas.
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