domingo, 27 de diciembre de 2009

Crónicas codeñas: Capítulo 8




Domingo.

Me levanté casi a las 7, bastante tarde para lo normalmente acostumbrado.
Desayuné papitas fritas con arroz y mayonesa. Una comida basada en carbohidratos como siempre. Al menos descansamos del bacalao entomatado por un día. Aunque después de varias comidas sin carne, el bacalao sabe a gloria, seguro por eso los curas lo comen tanto.
Paso del arroz. Siempre es una pequeña comida contundente con un abundante fondo blanco. Nuestras comidas son como tener una orquesta sinfónica con 140 gongs y solo un violín.

Fuimos a colectar coconas con las chicas de aquí: Aracely, Ruth y la flaca.
Aracely es una chica oxapampina que, escapándose de una realidad familiar espantosa, vino a buscar trabajo a estas tierras. Ruth trabaja en la cocina, solo tiene 14 años y cara de pilla. Este par de traviesas son las únicas chicas jóvenes del fundo. Para los 20 chicos que viven acá es como haber puesto miel en la cueva del oso, entonces se convierten en un par de helenas que pueden ocasionar la caída de Troya. Homero no fue ningún huevón, él sabía lo que las mujeres pueden ocasionar.
Y ellas se aprovechan de eso. Un día abrieron un par de agujeros en la pared de madera contigua al cuarto de los chicos para verlos mientras se cambiaban al mismo estilo de "Porky´s".


Fuente: yo
Fig. Ruth en pleno chapoteo en "carachama"


Fuente: yoni
Fig. Ruth y Aracely posando para su blogger

Caminamos a través de los lotes de "sacha inchi" del fundo, observando atentamente la purma en busca de esos preciosos frutos carnosos escondidos en el soto bosque del monte. Buscando ese arbusto de porte pequeño, de una textura pubescente y urticante, con o sin espinas de cuyo tallo crecen unas bolas de navidad que llegan a ser amarillas llamando la atención entre el verdor inhóspito de la selva.

Colectamos algo más de un kilo, suficiente para que la linda Aracely prepare una mermelada de dioses.
Ruth, asimismo, preparó un pan con manteca de cerdo suave y esponjoso que, untado con la mermelada de cocona, fue como cuando leí ese cuento de niños donde la virgen adopta a una niña y se la lleva al cielo y es alimentada por ángeles.
Pero bueno, la vida en comunidad es acerca del compartir y sólo nos tocó una o dos hogazas por persona.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Por lo general usted arranca con una imagen de plano general en exteriores para ubicarnos en el texto, esta vez no, optó por la intimista cocina para meternos en la cotidianeidad del espacio donde estamos ahora. Bonita luz y composición, lástima del desenfoque, supongo que se pasaría un tiempo dudando si la ponía o no. Ignoro si tendría otras opciones, en todo caso creo que la decisión es acertada, como "concepto" -como gustan decir algunos- y como imagen en sí misma.

Sus reflexiones entre textos son muy simpáticas y definitivamente su distanciamiento con sus compañeras de género va a conseguir que sus admiradores sean básicamente varones.

Creo que el común de las féminas, de a pocos, con la sabia intuición que manejan sabrán que no es de las suyas y la empezarán a odiar. jajaja. Porque las chicas de la selva en eso de aprovecharse de los hombres son "chancay de a 20" comparándolas con las de la ciudad, especialmente de las capitalinas y de toda clase social y nivel intelectual.

Me decepciona usted que vea películas chatarra gringas, son insoportables, como arroz con mayonesa. Serán sus rezagos de adolescencia de chica de clase media. No lo tome a mal, después de todo, todos pasamos por eso.

Las chicas de la selva, aunque sean del campo, tienen la virtud de ser directas -no como sus congéneres limeñas-, miran de frente. La mirada de Ruth así lo demuestra (pareciera que ella ya fue madre, tiene una barriguita impropia de su edad y menos de una selvática). Pero para mi la que manda ahí es Aracely, definitivamente es una coqueta, es menos bonita que la otra, ella lo sabe y por eso es que sus argumentos son otros.

Su capítulo ocho es tan delicioso como los anteriores.

tamaño zamaño dijo...

mmm... y yo quiero escuchar esa orquesta de 140 gongs y un violin

nataliuska dijo...

gracias por sus comentarios. Estimado anónimo, el desenfoque de la imagen se produjo por falta de trípode, lástima.
Espero que mis congéneres no me odien. Me encanta la compañía femenina, la camaradería, amo mi condición de ser mujer pero, bueno, no se puede tapar el sol con un dedo. Y en cuanto al cine, no sea usted tan cerrado, el cine también se trata de entretenimiento.

Anónimo dijo...

jajajaja, no soy cerrado y, por supuesto que el cine tiene que ser entretenido si no no hay quién termine de ver una película, igual que a un libro, una obra de teatro o una crónica de viaje. Pero, y usted estará de acuerdo conmigo, hay géneros, estilos,calidades, contenidos ideológicos y espirituales, niveles culturales, formas culturales, públicos (añádale usted lo que falta), en cada una de estas obras, y ahí ya interviene la subjetividad, los gustos, la cultura, los prejuicios, los antis... Inevitablemente estamos sujetos, o aprisionados, o formados para aceptarlas o no por diferentes razones. Respeto sus gustos, como si le gusta la comida MacDonalds.

El desenfoque se produjo más que nada porque la falta de luz hizo que el diafragma de abriera al máximo y el punto focal se redujera al mínimo, esto lo hace más sensible a cualquier movimiento, es como una toma con teleobjetivo.

¡Cuídese de los halagos de las amigas!.