jueves, 4 de febrero de 2010

Crónicas codeñas: Capítulo 17




Viernes.

Abelito es uno de mis personajes puerto herrerinos favoritos. Nativo de Oxapampa este hombre de 45 años que aparenta 20 más ha ejercido miles de labores disímiles: marino mercante, seguridad personal, recolector y cultivador de rocoto, ganadero y jornalero.
Abelito cuenta todas sus anécdotas mientras sus ojos infantiles brillan con un marrón infinito, como una pintura de Escher.
Por ejemplo cuenta que tenía una bicicleta sin frenos que utilizaba para ir a las parcelas de rocoto en la pendiente agresiva de un cerro, la subida era facil pero en bajada la bici alcanzaba grandes velocidades y, al carecer de frenos, le tocaba posicionar sus pies sobre la llanta y así, suela gastada de por medio, el vehículo se detenía.




Ahora viernes lo acompañé a sus labores diarias mientras señalaba en el camino plantas medicinales: "ésta para la fiebre", "esta para el calambre", "esta es machaza para las diarreas".
Llegamos a la plantación de sacha inchi y mientras macheteaba me contaba su vida.
Abelito es divertidísimo, además de ser un tierno. Solo le quedan unos cuantos dientes pero le sobra sonrisa.
Trabaja de lunes a viernes en Puerto Herrera y sábados y domingos sube hasta Alto Quintori a ver su chacra y cuidar su ganado. Le encanta trabajar.



Cuenta también que vivió un año en una comunidad nativa ashaninka. Dice que se aburrió porque durante una semana un vampiro le chupaba la sangre. Afirmó tajantemente que no regresaría porque no cree en la propiedad comunal.

Al regresar me abrazó un atardecer brutal, perfecto colofón para un día enriquecedor.

4 comentarios:

cinthia dijo...

linda la crónica nati, y lindo abelito tb :D

Anónimo dijo...

MACHAZO! me gusta esa palabra.

nataliuska dijo...

gracias por comentar. "Machazo" es el equivalente de "alucinante" en esos lares, definitivamente más real y auténtica.

Melinda dijo...

Me diagnosticaron cirrosis hepática y hepatitis B y me administraron un medicamento. La picazón y los vómitos cesaron pero luego empeoraron con mucho dolor, volví al hospital y me dijeron que la hepatitis y la cirrosis son crónicas, que los síntomas ya no se pueden controlar y que no hay cura. El dolor seguía empeorando cada día hasta que perdí el apetito por la comida. Hace aproximadamente 2 meses un amigo me contó sobre el Dr. Iyabiye, cuya recomendación vio en línea, que probé y me curé después de tomar su medicación. Fui al hospital para otra prueba y di negativo tanto para CIRROSIS como para HEPATITIS B. Información del médico: (+ 234-815-857-7300) e (iyabiyehealinghome@gmail.com)